Es un proceso que he armado y a traido felicidad a muchas persona.Esta basado en el modelo de las constelaciones familiares evolucionadas o desde el Espíritu, estas constelaciones nos permiten traer energía de sanación a todos nuestros cuerpos: físico, mental, emocional y espiritual.
El espíritu comienza mostrándonos nuestras dolencias y las causas remotas que no nos permiten vivir en plenitud. Luego llega la paz y la armonía… y con el tiempo la plenitud.
Solo hay que dejar que el espíritu actué, y este espíritu se manifiesta a través de las constelaciones familiares evolucionadas.
Santa Teresa de Ávila decía:”hay quienes buscan los consuelos de Dios en lugar de buscar al Dios de los consuelos.” Del mismo modo, podríamos parafrasear: no hay que buscar la sanación afuera, sino a Dios, al dios interior que sana.
Somos un árbol, nosotros somos las ramas, y en estas ramas aparecen los síntomas visibles (conflictos, enfermedad, problemas de dinero, etc.) Los orígenes de esos síntomas son invisibles, vienen de las raíces del árbol, de heridas históricas de nuestra familia. “si la raíz es santa, lo serán también las ramas. (Rom 11.16)”.
Caminando con las Constelaciones Familiares a través de las etapas de tu vida: Concepción, Vida Uterina, Alumbramiento o Nacimiento. Infancia o Niño Interior Herido, Adolescencia y Juventud. Y como todo viene de más atrás, caminaremos por las huellas de nuestros antepasados.
Sanar el pasado en el presente, para despejar el futuro.
